Advertencia de los investigadores: Los incendios forestales dañan la capa de ozono
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El humo de los enormes incendios forestales ocurridos en Australia entre 2010 y 2020 ha contribuido a ampliar el agujero de ozono sobre la Antártida en un diez por ciento, advierten los científicos.
Investigaciones anteriores han demostrado que se bombeó a la atmósfera más de un millón de toneladas de humo durante los incendios forestales que asolaron el país entre finales de 2019 y principios de 2020. Estos incendios destruyeron bosques de eucaliptos y envolvieron Sídney y otras ciudades en humo y cenizas durante varios meses.
El nuevo estudio, publicado en la revista Nature, señala que algunos de los componentes químicos del humo provocaron una reacción química en la atmósfera que, a su vez, hizo que la abertura en la capa de ozono creciera el equivalente a dos millones de kilómetros cuadrados.
En un principio se descubrió que el agujero de ozono estaba causado por la contaminación humana. En las últimas décadas, los acuerdos mundiales para reducir o sustituir determinadas sustancias químicas han dado resultados, y la capa de ozono ha tenido la oportunidad de recuperarse. Varios modelos de la ONU han pronosticado que la capa de ozono del hemisferio sur se habrá recuperado por completo en 2060.
Sin embargo, a Susan Solomon, la investigadora principal del estudio, le preocupa que los efectos del cambio climático, como incendios forestales más frecuentes e intensos, puedan ralentizar esta recuperación.